Hace un par de semanas os presentábamos el fetichismo a través de la famosa novela 50 sombras de Grey, que nos dio la idea para esta serie de posts en nuestro blog. En estos libros se expone al público medio a una rama más específica del fetichismo: el BDSM. Sin embargo, este recientemente popular acrónimo parece conllevar un montón de malentendidos. Clarifiquemos la terminología primero: BDSM incluye bondage y disciplina (B&D), dominación y sumisión (D&S), y sadismo y masoquismo (S&M). Esta variedad de términos permite gran libertad de preferencias a quienes lo practican. Pero poca gente conoce sus referentes culturales.
¿Te suena el Barón Leopold Von Sacher-Masoch? No, no fue el inventor de la deliciosa tarta Sacher, ¡sino que la palabra “masoquismo” proviene de su apellido! Este término fue acuñado en 1886 por el psiquiatra austriaco Richard Freiherr von Krafft-Ebing en su libro Psychopathia Sexualis. En su novela La Venus de las pieles (1870), convertida en película en 2014, Sacher-Masoch presenta la romántica pero tormentosa historia de Severin von Kusiemski, que está enamorado de Wanda von Dunajew y le pide ser su esclavo. Otras referencias literarias del BDSM que podrían resultarte más familiares son los libros del Marqués de Sade, como Justine (1791) o Las 120 jornadas de Sodoma (1789), que también inspiró el filme de Pasolini en 1975. Como vemos, ¡el BDSM se remonta bastante atrás en la historia del erotismo!
No obstante, en la actualidad hay muchas y muy comunes ideas equivocadas acerca de éste. Por ejemplo, la creencia de que en el BDSM la gente sufre o se abusa de ellos, lo cual no es cierto ya que se trata de un juego, principalmente de un “role play” en el que el sumiso a menudo fija las reglas. Tranquilo. Hay una gran diferencia entre la gente sumisa del BDSM y la gente maltratada de verdad: estos últimos no eligen cuándo ni cómo se les infringe dolor y el abuso es real y no controlado, mientras que los primeros lo piden de manera voluntaria y pueden pararlo cuando quieran, con una contraseña o “palabra de seguridad”.
Lo creas o no, en una relación dominante-sumiso ambas partes se preocupan por el otro y quieren satisfacer las necesidades y deseos de la otra persona. Otra idea errónea es que quienes practican BDSM son gente promiscua: pueden estar en relaciones monógamas también, y pueden querer disfrutar de su estilo de vida sólo con un compañero. Además, se pueden intercambiar los papeles, a veces el sumiso puede jugar a ser el dominante y viceversa, si así lo desean los participantes.
De forma opuesta a lo que las aventuras de Christian Grey y Anastasia Steele nos hicieron creer, la gente que practica BDSM no necesariamente tiene que haber sufrido una infancia traumática o llena de abusos. No tienen por qué ser gente que haya sufrido daños psicológicos. El BDSM puede ser una manera natural de experimentar el sexo y de explorar los propios límites entre el placer y el dolor. De hecho, no siempre se tiene que practicar sexo y por eso a los encuentros de BDSM se les llama “escenas”, en referencia a su naturaleza performativa. Durante las escenas la gente puede usar los juguetes que prefiera, sean cuerdas, sacudidores, látigos, cadenas o cualquier otra cosa, ya que estos no son los únicos elementos u objetos usados en bondage.
Al contrario de lo que se pueda pensar, el BDSM es en extremo seguro o debería serlo, es decir, no se debería practicar sin investigar mucho primero. Así que, si estás interesado, empieza poco a poco y con algo simple para estar seguro de lo que harías y de lo que no (por eso hay límites negociables y límites absolutos). El BDSM está pensado para cumplir tus fantasías minimizando los riesgos, y por eso las siglas SSC (Seguro, Sano, Consensuado) son tan importantes dentro de la práctica. También, es común hacer una sesión de recapitulación llamada “aftercare” o “cuidado posterior”, destinada a tomarse un tiempo tras la intensidad de la experiencia para relajarse y compartir los pensamientos y sentimientos acerca de ésta, que puede además servir para fomentar los vínculos emocionales.
Después de esta información, que no es más que la punta del iceberg del BDSM, en PiggyBankGirls queremos mostrarte algunos vídeos y books de fotos basados en estas prácticas, para tu disfrute personal. Por ejemplo, Russian_Beauty te ofrece dos vídeos en los cuales asfixia a su esclavo con una cadena y con su culito, vestida de piel. ¡Si visitas su perfil también encontrarás fotos de ella misma atada! Otro ejemplo es Cintiatrixx, que se sacude las nalgas sólo para ti aquí. Enola sugar domina a otra chica y la obliga a tener sexo con un hombre en este corto. Por su parte, Miss Bohemian tiene un vídeo en el que un hombre usa cera y un vibrador bondage en su cuerpo mientras ella está atada y amordazada. Abi Grey te enseñará sus fotos de bondage y azotes aquí.
¡Esperamos que hayas disfrutado de este breve recorrido por la experiencia BDSM en PiggyBankGirls!